
Aneurisma
Cerebral
Un aneurisma cerebral es una protuberancia o dilatación en un vaso sanguíneo en el cerebro. En ocasiones, tiene el aspecto de una cereza que cuelga de un tallo.
Un aneurisma cerebral puede presentar una pérdida o una rotura, y causar sangrado en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico). A menudo, la rotura de un aneurisma cerebral se produce en la zona entre el cerebro y los tejidos delgados que recubren el cerebro. Este tipo de accidente cerebrovascular hemorrágico se denomina «hemorragia subaracnoidea».
La rotura de un aneurisma se convierte en una amenaza para la vida rápidamente y requiere el tratamiento médico inmediato.
Sin embargo, la mayoría de los aneurismas cerebrales no presentan roturas, no crean problemas de salud y no causan síntomas. A menudo, dichos aneurismas se detectan durante pruebas que se realizan para otras afecciones.
El tratamiento de un aneurisma sin rotura puede ser adecuado en algunos casos y puede evitar una rotura en el futuro. Habla con la persona responsable del cuidado para garantizar que comprendes cuáles son las mejores opciones para tus necesidades específicas.
Síntomas
Un dolor de cabeza repentino e intenso es el síntoma clave de la rotura de un aneurisma. Este dolor de cabeza suele describirse como el «peor dolor de cabeza» que puedas sentir.
Los signos y síntomas frecuentes de la rotura de un aneurisma son:
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Dolor de cabeza repentino y muy intenso
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Náuseas y vómitos
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Rigidez en el cuello
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Visión borrosa o doble
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Sensibilidad a la luz
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Convulsiones
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Caída del párpado
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Pérdida del conocimiento
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Confusión
Aneurisma con filtración
En algunos casos, un aneurisma puede filtrar una pequeña cantidad de sangre. Esta filtración (sangrado centinela) puede causar solamente:
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Dolor de cabeza repentino y muy intenso
Suele producirse una rotura más grave después de la filtración.
Aneurisma sin rotura
Es posible que un aneurisma sin rotura no produzca síntomas, especialmente, si es pequeño. Sin embargo, un aneurisma sin rotura más grande puede ejercer presión sobre los tejidos y los nervios del cerebro, lo que posiblemente provoque:
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Dolor arriba y detrás de un ojo
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Una pupila dilatada
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Cambios en la vista o visión doble
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Entumecimiento de un lado del rostro